Rossy Díaz: Los merengues del merengue

¡Celebremos el merengue! Recientemente la música y el baile del merengue en la República Dominicana se inscribieron en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la UNESCO.

Nos alegra compartir este artículo especial de la investigadora de la música Rossy Díaz que resalta 10 temas emblemáticos que crearon bases de estilo dentro del género. También nos recuerda que esta declaratoria es una invitación para el baile, así que ¡no te quedes sentado! ¡Hay que celebrarlo!

Los merengues del merengue

Rossy Díaz

Báilalo apambinchao, ripiao, de medio lao, a lo maco, a los 80’s, a lo house, de calle o de mambo. Si el merengue se baila de tantas formas hay que celebrarlo el doble, porque es un patrimonio vivo.

Con la noticia de que el merengue fue declarado por UNESCO como Patrimonio Intangible de la Humanidad, el ritmo caribeño pasa a una categoría privilegiada junto a géneros musicales que representan el espíritu musical de una nación. Para mí, esta declaratoria ha sido una invitación abierta para el baile, por lo que he querido hacer una lista, muy corta, de esos merengues esenciales como testimonio de lo bailao.

La agarradera

Este merengue tiene un intro tan incendiario que puedes identificarlo inmediatamente suena. Este clásico de Luis Pérez y su Combo Caribe fue popularizado en la voz de Johnny Ventura, quien luego la grabaría con su Combo Show y lo hace inmortal. Los saxofones y trompetas van agarrados durante todo el merengue y tiene también un tumbao de piano muy distintivo, que junto a su ritmo acelerado han influido en los estilos más bailables del género hasta nuestros días.

A pedir su mano

Una pieza de colección del museo sonoro del merengue. Es un merengue con palos o atabales, la música tradicional más importante de la República Dominicana, a la que Juan Luis Guerra también imprime un sello de africanía en los coros, memorables. La belleza lírica es de una simpleza sobrecogedora, “Vamo’ a sonai uno palo pa’ que me quiera poi siempre”. Imposible no bailarlo y escucharlo.

La negra Pola

Un merengue diferente, al estilo Mangué, según la denominación de su inventor Cheche Abreu, un sonero que se hizo merenguero. Los bailadores van a la pista y atienden la llamada de unos trombones a la que responden güira, tambora y cencerro y se arma un éxtasis del ritmo. Este tema era ya conocido en el repertorio de Abreu y su orquesta Los Colosos, pero que en 1993 lo graba La Coco Band y esa versión “coco mangué” significó una mayor popularidad.

Noche de discotheque

Es el disco por excelencia del Merengue Pop de la década 80. Tiene los aires de esos tiempos de tambora y sintetizadores, loops de batería y ese feeling disco. Dice: “Yo soy chico de ahora, bailo disco y rock and roll”, identificando su tiempo y modernidad de los ochentas, pero también menciona a sus merengueros: “Yo bailo con Fernando (Villalona), con (Johnny) Ventura, Bonny (Cepeda) o con Wilfrido (Vargas)”. Un merengue a lo fever, a lo moderno, que todavía nos invita a la pista.

Cantando he de morir

Fefita la Grande es un patrimonio tangible del merengue típico, del estilo tradicional de güira, tambora y acordeón del norte del país. Una mujer acordeonista, compositora e intérprete, con una presencia escénica única y una discografía que abarca más de tres décadas. En “Cantando he de morir”, de su producción homónima expresa su manifiesto de vida eterna con la música “No soy cantora de letras, mas si me pongo a cantar, las coplas me van brotando como agua de un manantial”, ella canta que desde el vientre de su madre vino a ese mundo a cantar y que así ha de morir. Grabado a principios de la década 90, este merengue fue posteriormente incluido en el libro CD “Santo Domingo, respiro del ritmo” para Italia.

El tiburón

La historia del merengue de la década noventa tiene un capítulo que se llama Proyecto Uno, una agrupación vital para entender ese sonido de Nueva York; hip hop, house, Dominican York, transnacional, varios epítetos para referirse a este merengue hecho fuera de su tierra, pero más dominicano que gringo. Este hit del “Latin Tropical” traspasó el mercado merenguero en base a un famoso sampling de un clásico del disco, una historia jocosa y un lenguaje spanglish 100% que te transportan dentro de esa narrativa. ¡No pare, sigue, sigue!

Un suero de amor

La música folclórica dominicana tiene su propia impronta y por lo general no sale de los círculos de la tradición, hasta que a Kinito Méndez se le ocurre ir introduciendo los palos en su estilo de merengue, ya muy popular en los noventas. Desde aquel tema “Esa mujer abraza mi vida” con la agrupación Rokabanda, el músico sentía que esos ritmos y voces que escuchaba en las veladas en su pueblo al sur del país podían mezclarse con el merengue y de qué manera lo logró. Posteriormente grabaría A palo limpio, una producción dedicada completamente a esta fusión del cual se desprenden éxitos como “Un suero de amor”, basado en la salve “Los olivos” junto a cantadoras de la tradición. ¡Un palo!

Blanca

Mucho antes que el denominado merengue bomba de Puerto Rico se hiciera tan popular, ya sonaban hitos merengueros de colaboración entre las islas. Recuerden a grupos como Conjunto Quisqueya, Toño Rosario y Jossie Esteban, entre otros. Es este último, junto a Vico C, quien graba “Blanca” a un estilo temprano de merengue hip hop. Excelente química en la interpretación, estilo musical original y una temática que todavía sigue interpelando a las juventudes caribeñas.

Periblues

Es una composición del reconocido músico Rafelito Mirabal, que ha sido como un sello junto a su banda de jazz Sistema Temperado. El Periblues, una fusión de perico ripiao y blues, cuenta con esta versión grabada por El Prodigio, acordeonista estrella, quien la engalana con su interpretación jazzy. En esta grabación en vivo se puede sentir el calor de una fiesta de enramada con sancocho y ron incluidos. ¡Encendí’a!

Sisi y Ricardo

Es una pieza de arte, un Merengue Barroco totalmente, “Sisi y Ricardo” (1980) de la orquesta de Cuco Valoy, una historia tan famosa que trascendió al cine y que en este país caribeño inspiró esta gran composición. Es un merengue que se distingue, literalmente; su narrativa es sencilla, pero la melodía está basada en un lenguaje propiamente clásico. La interpretación del cantante es exquisita al igual que la orquestación. Esos pasajes del piano y esos arreglos de trompetas son una belleza. Este merengue es un clásico, en todo el sentido de la palabra.

Una lista corta como testimonio de los merengues del merengue, esos tantos que se han bailado. Seguimos bailando, no sin antes mencionar a tantos artistas que no relacionaríamos al merengue como Celia Cruz, Andy Montañez, La Sophy, Willy Chirino, Gloria Estefan, Shakira, solo por citar a algunos que han grabado este ritmo dominicano. ¿Y qué decir del merengue por el mundo? El made in Puerto Rico, de Grupo Manía, Manny Manuel, Olga Tañón, Elvis Crespo, el merengue de Nueva York, el sonido de Cutting Records, Oro Sólido, Malafé, Soberbia, y en los últimos años, Chino y Nacho, Papi Sánchez, Daddy Yankee, Omega y Mambo Violento, Moreno Negrón, Rita Indiana y otros que han conectado este género a las tendencias del hip hop, la electrónica y el folklor.

El merengue dominicano tiene casi dos siglos de existencia, navegando por el mar Caribe y sonando en las pistas de baile por el mundo. Ya es Patrimonio de la Humanidad. ¡Celebremos y bailemos!