Miáucoles: Todos vieron un gato
¡Hoy es miáucoles! Todos los miáucoles publicamos un lolcat o algo relacionado con los gatos.
Esta semana escuchamos el cuento “Todos vieron un gato” de Brendan Wenzel, recitado por Elena del Museo de Ciencias Ximhai.
Lo que nos fascina de este cuento es que, como bien indica su título, todos sí vieron al gato, pero la perspectiva de cada criatura es muy distinta.
¿Qué factores contribuyen a la perspectiva única de cada criatura? Algunas de las criaturas tienen sentidos especiales, ya sean los dos ojos del niño, los ojos compuestos de la abeja, la visión térmica de la serpiente, la visión sísmica de la lombriz o la ecolocalización del murciélago.
También depende de su tamaño y su posición, como el pequeño pez que ve por el vidrio curvado de su pecera, la pulguita que ve al gato desde su mismo cuerpo o el pájaro que lo ve desde las alturas.
Pero, para nosotros el factor más interesante es lo que podríamos llamar la actitud de la criatura, particularmente con respecto a la relación que tiene con el gato. Por ejemplo, el ratón ve al gato como un monstruo que viene a devorarlo. En contraste, el zorro ve al gato como una presa muy gordita y con una campana muy grande. El niño lo ve como un pequeño amigo que lleva una sonrisa. Parece que el perrito ve al gato con algo de miedo.
Una página casi al final del cuento muestra una versión compuesta del gato que combina todas las perspectivas. Para nosotros, sirve para recordarnos que, aunque se diferencian mucho entre sí sus perspectivas, todas las criaturas tienen razón. En efecto, “Sí, ¡todos vieron un gato!”. Nos invita a desarrollar la empatía, la capacidad de ver las cosas no solo desde nuestro punto de vista sino también desde el punto de vista ajeno.
El cuento termina dejándonos con una pregunta implícita: ¿Cómo se ve el gato a sí mismo? No nos da la respuesta, pero la ilustración del espejo del agua parece indicar que su visión de sí misma no es la única “verdad” tampoco, ya que se ve distorsionada por las ondulaciones en la superficie del agua. Nos lleva a reflexionar: ¿Qué factores contribuyen a nuestro autoconcepto y a nuestra autoestima?