La Dame Blanche: ‘Mis alas son difícil de cortar’
Veneno
Entrevista a Yaite Ramos Rodríguez (La Dame Blanche) con motivo de su participación en el LAMC 2022 sobre la canción “Veneno” y su herencia cultural, “combinación entre La Habana y París”
País: Cuba, Francia
Género: Trap
Temas: La perseverancia, La herencia cultural
Entrevista a La Dame Blanche
Leímos que escribió “Veneno” durante la pandemia. ¿Qué sentimientos de esa época retrata esta canción?
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“Veneno” lleva como sentimiento una mezcla de miedo a lo desconocido, a la muerte como también la confirmación de que somos la especie más peligrosa del planeta.
Esta canción parece ser una llamada a la perseverancia a pesar de esas condiciones difíciles, como dice el estribillo: “Mis alas son difícil de cortar, esta boca es difícil de callar”. ¿Qué le ayudó a perseverar y mantener ese espíritu?
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Pienso que lo que me ayudó fue justamente mi temperamento, la autodefensa moral y espiritual, la fe y la esperanza.
La portada lleva la imagen mitológica de Medusa con serpientes por cabellos. ¿Qué representa para usted?
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Representa una fuerza mortal, una divinidad venenosa conectada a la canción por su temática y por habernos comido la manzana y deber saborear su veneno.
La portada de “Veneno”
Un verso de “La exiliada” dice: “La Dame Blanche MC, combinación entre La Habana y París”. ¿Cómo se manifiesta esta doble herencia cultural en su música?
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Se manifiesta en todos las líneas de mi pentagrama, atrapada a la nostalgia, a la distancia y a sobrevivir con la ambición de honrar mis raíces, más lo vivido es como una mochila llena donde guardo todas mis cartas a jugar y hacer de ella un verso.
Otro verso dice: “Je suis la preuve vivante d’un exilé” (Soy la prueba viviente de un exilio). ¿Qué desafíos le ha traído este exilio?
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Muchos: la integración, la comprensión, la tolerancia, imponerme como la música que soy y vivir de ello, hacerme escuchar, respetar, amar, valorar, construirme, aprender a vivir lejos de los míos, casarme, divorciarme, lucharrrr, parir, criar, educar en fin.
Un verso de “La creyente” dice: “Subestimas mi país, mi tierra, mi calentura, subestimas mi idioma, mi acento y mi sabrosura”. ¿Cómo ha lidiado con esta subestimación? En lo personal, ¿cómo estima usted su cultura?
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He lidiado muchas veces con la ignorancia con la música, que es mi arma pacífica siempre lista a defenderme, y el no olvidar quién soy y de dónde vengo.
Mi cultura como decía mi abuela Adela es una mezcla perfecta, la combinación más pura. Cubana, la más grande creación, jajaja.