Entrevista: Pumuky – Justicia poética

Libro de letras de Justicia poética - Foto: Facebook de Pumuky

Libro de letras de Justicia poética – Foto: Facebook de Pumuky

El disco Justicia poética de Pumuky es una obra nos ha recompensado a través de varias lecturas cada vez más profundas. Al escucharlo por primera vez se percibe la atmósfera que crea, pero dejarse sumergir en el sonido y en la letra de este disco denso, lento, melancólico, bello, romántico, existencial es toda una experiencia catártica.

Como verán en la siguiente entrevista, hay guiños matemáticos, científicos, cinemáticos, políticos (“¿Qué revolución te atreves a contarme?”) y económicos (“¿Y qué si no queda dinero? Correr aún es gratis”), pero sobre todo interpersonales, como afirma Jaír: “Cuando puedes confiar al menos en una persona entonces puedes seguir creyendo en la humanidad”.

Entrevista a Jaír Ramírez de Pumuky sobre el disco Justicia poética

Una de las cosas que más nos intriga de este disco son los títulos de las canciones, que en vez de simplemente repetir un verso, suelen conectarlas con otras disciplinas, como las matemáticas (“Taniyama-Shimura”, “La venganza de Rubik”), la física (“Teoría de cuerdas”), la lógica (“Reducción al absurdo”), la filosofía y la política (“Suprahombre”), el cine (“El señor de las bestias”). ¿Podrías explicar algunas de estas referencias y su conexión con la letra?

    Los títulos de las canciones me sirven para dejar caer pistas sobre lo que intentaba expresar cuando las escribía, como si fueran llaves para abrir ciertas puertas. No siempre los puedo explicar, en ocasiones me vienen a la cabeza sin saber el porqué, pero me gusta dejarlos así porque imagino que algún sentido tendrán que tener, que estarán relacionados con los textos de alguna manera, aunque sea vía subconsciente, de forma indirecta o accidental.

    “Taniyama-Shimura” no trata sobre los estudios de estos dos brillantes matemáticos japoneses, que con el tiempo permitieron que se resolviera el último teorema de Fermat, uno de los problemas matemáticos más famosos de la historia. Habla más bien de lo difícil que es con frecuencia expresar lo que sentimos a otras personas, o llegar a entender lo que otras personas están sintiendo a su vez, como si cada uno viviera en su propia realidad paralela.

    Dime qué significa esa mirada. No queda tiempo y descifrarla puede llevarme algunas vidas que ya no tengo (“Taniyama-Shimura”)

    Sí es cierto que esta canción la escribí mientras leía acerca de Taniyama, al preguntarme cómo era posible que una persona tan brillante en muchos campos luego le resultara tan complicado enfrentarse a otros problemas más cotidianos, sincerarse con las personas que tenía a su alrededor en busca de auxilio, lo que presumiblemente le llevó al suicidio finalmente. Imaginé que la letra de esta canción sería la conversación que le hubiera gustado tener con alguien pero que nunca se atrevió a comenzar.

    Aunque pienso también que cualquiera de nosotros en algún momento de su vida le hubiera gustado realizar esta confesión, porque en el fondo es muy fácil verse reflejado en Taniyama, aunque no seamos brillantes matemáticos como él.

    El joven Dar tenía el don de hablar con los animales en la película El señor de las bestias; en nuestra canción, que poco tiene que ver con este film, el personaje vaga por la ciudad de noche en busca de algo que le haga sentir vivo, imaginándose que las luces que le rodean son los ojos de animales que van con él, haciéndole compañía, para no sentirse tan solo e indefenso.

    Recorreré todo el paseo de la playa por si te dejas ver… Todas esas luces me hacen bien. Me imagino que son ojos de animales en la oscuridad. Nada que temer, conmigo van. (“El señor de las bestias”)

    En el resto de canciones hay soluciones parecidas, pero prefiero no explicarlas demasiado porque normalmente no hablan sólo de una misma cosa, y así además cada uno las puede entender, interpretar, a su manera.

Pumuky - Foto: Zhana Yordanova

Pumuky – Foto: Zhana Yordanova

En bandcamp un leitmotiv de este disco se identifica como “historias de ‘perdedores’ a los ojos de la mayoría, pero victoriosos en el sentido de que aún siguen peleando por unos ideales”. ¿Te has sentido así alguna vez? Si así es, ¿por qué ideales sigues peleando? ¿Vale la pena?

    Sí, me he sentido así, pero no creo que deba dar lecciones al respecto; cada uno tendrá sus ideales y sus razones para pelear por ellos. Más que nada hacíamos referencia al hecho de mantenerse firmes en no dejarse arrastrar por lo que pueda hacer una mayoría, buscando una mayor aceptación, si eso va en contra de lo que consideras que debes de hacer. A mí me vale la pena. Sería triste sentir que uno no está siendo fiel con uno mismo; aunque con frecuencia esto no es fácil de conseguir y es cuando surge el conflicto interno.

Otro tema recurrente que percibimos en la letra es la soledad (a veces autoimpuesta) y la compañía (a veces desesperada), la idea de nosotros dos contra el mundo (“Tú y yo, afuera la ley del caos. Si nos quedamos juntos podremos soportarlo”) junto con miedo al abandono (“Yo sólo quiero que nunca me dejes solo”). ¿Pueden el amor y la amistad salvarnos de la crueldad y la arbitrariedad de un mundo caótico?

    En cierto modo siempre estamos solos, por mucha gente que tengamos alrededor, lo que da mucho vértigo. Tener alguien a tu lado que te ofrezca su apoyo incondicional cuando ni uno mismo cree en uno es un tesoro, y algo que creo que todos perseguimos para sobrevivir. Cuando puedes confiar al menos en una persona entonces puedes seguir creyendo en la humanidad.

    Compré tus medicinas; también traigo discos, algo que comer. Voy a abrir todas las ventanas, soltarte de la cama depende más de ti… Si te sirve para algo decidí estar siempre a tu lado. (“La venganza de Rubik”)

Aunque el estribillo de “Escritura automática 9mm” dice “Todo lo que escribo es un eseoese”, el disco termina con un mensaje de ánimo: “Saldremos de ésta”. ¿Veis el futuro con optimismo?

    No abundan las razones para el optimismo, pero prefiero pecar de optimista que de pesimista; en todo caso bajar los brazos no lo veo como una opción, por lo que es mejor pensar que “saldremos de ésta”.

Disco: Pumuky – Justicia poética