Inspírate con la brisa melancólica de ‘Viento 1.’
Árbol
Tras el aire descansé
Entrevista a Camila Bañados sobre su disco Viento 1., un suspiro musical que acaricia la melancolía, flotando en suaves soplos que evocan la naturaleza y el recuerdo.
Esta entrevista será de gran valor para la sección “Descubriendo contextos” del Proyecto: 100te la música, basado en nuestra lista de los mejores discos de 2024.
Camila Bañados en línea: Spotify, Sello discográfico
Preguntas para guiar la lectura
- ¿En qué se parece la creación de este disco al viento?
- ¿En qué contexto siente más creatividad?
- ¿Con qué emoción se identifica más al cantar?
- ¿De qué manera la música le ayuda a comunicarse mejor?
- Para ella, ¿qué representan el barro y el frasco?
Entrevista a Camila Bañados
¿Cómo resume el disco el título ‘Viento 1.’?
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Siento que una buena forma de resumirlo es, tal vez, el movimiento que hay entre melodías y arreglos. Los momentos que tiene el disco me dejan una sensación de ir fluctuando entre la tensión y el abandono de esta.
Además, creo que la palabra “viento” envuelve cada concepto y elemento que se abordó de manera inconsciente en los nombres y letras de las canciones. Sin pretensión de buscar su justificación, simplemente aparecieron, como el viento que llega como un instante, se instala y continúa dejando lo que tenga que dejar…
Varios de los títulos parecen evocar elementos de la naturaleza (en particular, “Viento”, “Barro”, “Vida”, “Árbol”). ¿Qué papel juega la naturaleza en este disco y cómo influye el entorno natural de Chile en la creación de estas canciones?
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Es como si en esos lugares las ideas se resolvieran más fácil, sin tanta cabeza. La naturaleza siempre ha jugado un rol importante en mis procesos compositivos. Sin buscarlo, cada vez que surgió alguna idea nueva (no solo musical) en mi universo creativo, estoy en un contexto de mucha naturaleza. Ahora que soy más consciente de eso, pretendo crear instancias con mayor frecuencia para lograr continuidad en mis ideas.
Papel
Abro espacio en mis lamentos
El disco parece capturar una amplia gama de emociones, desde la melancolía (“Abro espacio en mis lamentos”), la esperanza (“Si es que miro hacia arriba el cielo se abrirá”) hasta el enojo (“la rabia, la densidad de este ruido”). ¿Cómo aborda el proceso de identificar y expresar estas emociones desde un punto de vista artístico?
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Creo que la melancolía es algo que caracteriza mis canciones y mi forma de cantar. Es un lugar, a veces cómodo, que de alguna manera logra conectar mejor con lo que busco decir pero no lo puedo instalar en forma de conversación, solo como canción. ¿Se entiende? Es como si, para crear algo nuevo, se necesitara un poquito de eso, pero desde una sensación igual rica y agradable, que te permite ir más allá de lo puramente melancólico.
La instrumentación orquestal del disco es rica y compleja. ¿De qué manera la instrumentación no solo acompaña sino profundiza el impacto emocional de la letra?
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Cuando imaginé este disco, lo planteé desde un inicio con dirección hacia una inmensidad emotiva. Buscaba que la melancolía no solo apareciera desde mi voz y letra, sino que también la instrumentación pudiera evocarte eso. Estuve mucho tiempo pegada con Sakamoto, los discos antiguos de Milton Nascimento, un poco de jazz y música japonesa contemporánea, los cuales llamaron mi atención, funcionando como estímulo para este disco. Finalmente, lo denomino como mis canciones acompañadas de un ensamble que entrelaza lo sonoro con lo poético.
Barro
Quiero desaparecer los hielos, construir vasijas en el fuego. Guárdame un poquito de ternura.
La imagen del barro en “Barro” nos resulta profundamente conmovedora. La dualidad del barro, a la vez vulnerable y resiliente, parece cobrar vida en su transformación frente al frío (“los hielos”) y el calor (“el fuego”). ¿Qué simboliza este elemento para usted en la canción y cómo conecta con su proceso de transformación emocional o personal?
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Para mí, el barro es humildad, no sé bien por qué. Es un elemento noble que entrega mucho. Tiene el poder de fusionarse con otros elementos para convertirse en algo muy poderoso y también diluirse. Tiene la posibilidad de hundirte, fundirse, adaptarse, sostenerte desde lo más utilitario. Ser tu casa y darte calor. Y es eso último lo que conectó con esta canción, que fue escrita para alguien capaz de sostener tus miedos o hielos y generar calor desde la calma, la seguridad y el cobijo.
Viento
En un frasco guardé el recuerdo
Otra imagen que nos intriga es la del frasco, presente en versos como “en un frasco guardé el recuerdo” en “Viento” y “Un frasco llené, buscando pertenecer” en “Papel”. ¿Qué conexión ve entre el frasco, el recuerdo y el sentido de pertenencia?
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Es muy simple, el frasco almacena cosas. Cuando era chica, la casa de mis papás estaba llena de cajitas de todos los tamaños, botellas y frascos de vidrio muy bonitos. En algunas había dulces prohibidos, pero igual terminábamos disfrutando. En otras no había nada. Ahí ya hay recuerdos. Me parece bonito hacer esa comparación de traer a lo físico mi lugar imaginario.