Kenia Aubry: Antígona llegó a nuestro contexto latinoamericano

https://www.youtube.com/watch?v=DAPzLWuxwsc Durante la Feria Internacional del Libro y la Cultura (FILyC) en Playa del Carmen, la escritora Kenia Aubry reflexionó sobre la vigencia de la literatura y compartió un análisis conmovedor del poemario Antígona González, de Sara Uribe, donde la tragedia cl

Durante la Feria Internacional del Libro y la Cultura (FILyC) en Playa del Carmen, la escritora Kenia Aubry reflexionó sobre la vigencia de la literatura y compartió un análisis conmovedor del poemario Antígona González, de Sara Uribe, donde la tragedia clásica se transforma en una voz colectiva de las madres que buscan a sus familiares desaparecidos.

Advertencia de contenido fuerte: La muerte (incluso de una persona de menor edad), La violencia, La desaparición forzada


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Transcripción

Pero otra cosa importante que tiene la literatura, chicos, chicas, es que es un organismo vivo, es un organismo vivo. ¿Qué significa eso? Que la literatura no muere, sino que al contrario, se va renovando su vigencia y lo que está ahí narrado, poetizado, sigue teniendo vigencia en el mundo en el que vivimos.

El domingo, por ejemplo, yo les voy a hablar de un poemario que se llama Antígona González de Sara Uribe. Y Antígona González tiene de la Antígona de Sófocles, esa que quería… esos hermanos que se mataron y que ella quería enterrar a Polinices, pero Creonte no quería que ella enterrara a Polinices porque era una afrenta, ¿verdad? Dejar el cuerpo descubierto y que se pudra en la calle. Y ella enfrenta a Creonte y decide enterrar a su hermano, contraviniendo las decisiones de Creonte.

Pues esa Antígona ya llegó a nuestro contexto latinoamericano. Y esa Antígona González, de la que les voy a platicar el domingo, está en todas esas madres buscadoras que no encuentran el cadáver de sus hijos. Y que todavía es una Antígona más dolorosa que la Antígona de Sófocles.

Entonces, aquí ya nos apareció el personaje principal de este poemario, que es Antígona González. Está buscando a su hermano, Tadeo. Este poemario es de 2012. Por lo tanto, todas estas cosas que han venido apareciendo, todas las tumbas clandestinas, lo que ahora se dice Teuchitlán, ¿sí? [Véase el comunicado de prensa de la CNDH sobre el caso del Rancho Izaguirre] Sara Uribe, que la literatura siempre se anticipa a los hechos, ya lo había narrado en este poemario, que es dolorosísimo.

Y al final es hermosamente doloroso, porque nosotros miramos también la forma en las que están construidos y eso nos hace ver el discurso desde otro punto de vista. Pero no dejamos de… no nos deja de dar que pensar. Al contrario, la forma en la que está escrito nos da que pensar. Entonces, retoma este personaje de la antigüedad clásica Sara Uribe y lo va a poner en voz de las buscadoras, que todos sabemos quiénes son las buscadoras, como esta:

Soy Sandra Muñoz, vivo en Tampico, Tamaulipas, y quiero saber dónde están los cuerpos que faltan. Quiero el descanso de los que buscan y el de los que han sido encontrados.

Porque si Antígona, su preocupación era enterrar a su hermano, pero estaba viendo el cuerpo… esto que nos expresa Sandra, de “quiero el descanso de los que busca”, porque es un duelo que existe y no existe. Porque no sabes, no has visto el cadáver, ¡tu duelo está permanente! ¡No sabes si existe o no existe! Porque tienes la ilusión de que puede estar vivo. Y por ratos tienes toda la creencia de que está muerto. Entonces, es una dualidad en la que vive una persona que ha perdido por desaparición forzada a su familiar. Terrible. Que es lo que este poemario se ocupa principalmente.

Y aquí, por ejemplo, vean como si fuera tomado de un periódico, que seguro está tomado de un periódico.

Chihuahua, Chihuahua, 17 de abril. Un niño de cuatro años fue localizado sin vida. Su madre lo había reportado desaparecido…

Se vincula mucho con el periodismo. Y si nosotros vamos a los periódicos y vemos, incluso hasta se refieren a la forma en cómo ellos, en algunos casos, coinciden hasta cómo ha muerto o cómo encontraron el cadáver y esas cosas. Entonces, sí son discursos que tienen un inmediato vínculo con el contexto porque lo estamos viviendo y porque ¡lo vemos en el discurso periodístico todo el tiempo!

Que su poemario se hermana con el periodismo, pero yo ya lo asumí para todos estos poemarios. Porque el periodismo es efímero. El siguiente Teuchitlán va a eliminar al primero. Me explico: La siguiente tragedia va a eliminar a la anterior. Y el periodista se olvida y va a hablar de esa otra tragedia y se va a enfocar en ella.

Pero la literatura permanece. Y al mismo tiempo, el mismo poema se va actualizando con lo que va pasando todos los días en el país.

Tiene la angustia de la sociedad. ¡Ve también ese sentido de la impotencia de no poder hacer nada y la impotencia de no creer en las instituciones del Estado! Eso es terrible también. Y manifestado porque es una preocupación constante también de las buscadoras y ahora también hay buscadores.

¿Justicia? ¿Que si espero que se haga justicia? ¿En este país?

Aquí las muertes son tantas, de tantas personas, que el hecho de que ejemplifique como hace Sara a Tadeo. Tadeo se vuelve el símbolo de muchos desaparecidos, que es la representación de muchos otros. Las condiciones simbólicas que tiene siguen vigentes. Entonces, no solo habla de 2012. Está hablando de 2025, de este momento.

Nombrarlos a todos para decir: este cuerpo podría ser el mío. El cuerpo de uno de los míos. Para no olvidar que todos los cuerpos sin nombre son nuestros cuerpos perdidos. Me llamo Antígona González y busco entre los muertos el cadáver de mi hermano.

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