Hache ST: ‘El hip hop me liberó, me educó’
En esta entrevista especial, hablamos con nuestro amigo Hache ST sobre su nuevo disco Ingeniería inversa con Andrés Proaño y la conexión que destaca entre el hip hop, la educación y la libertad. Fue bastante extensa y extraordinaria la conversación, así que la dividimos en cuatro partes para facilitar la lectura, junto con preguntas de repaso después de cada parte. Al final incluimos un mixtape como apéndice.
Parte II: ‘El hip hop me liberó, me educó’
Una de las canciones del nuevo disco que más se conecta con el hip hop es “Más allá de los muros” con Masta Ace, que conecta el hip hop con la libertad. Masta Ace dice: “Found freedom in the sound as we looked to the beats”. Luego, tu verso añade: “Inspirándome, liberándome, aquel sonido que fue aconsejándome en Quisqueya, infancia más dura que bella”. Entonces, ¿qué conexión tiene el hip hop con la libertad? ¿Cómo te liberó?
Más allá de los muros, con Masta Ace, DJ Tillo
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En mi caso personal, el rap me liberó, me ayudó. Yo fui una persona desde niño con problemas, problemas internos. Me eduqué con mis abuelos, pero mis abuelos eran personas mayores y no tuve un padre cerca. Mi madre, por una cuestión económica y todo eso, tuvo que venir a Estados Unidos y mi padre nos abandonó literalmente. El rap me dio esa educación y al mismo tiempo esa libertad de yo poder expresarme y hablar y desahogarme.
La gente quizá lo ve muy sencillo porque cuando uno tiene algo siempre al lado, uno quizás no lo aprecia tanto. Por ejemplo, el agua. Aquí siempre hay agua. La gente abre la pluma y ya hay agua. En lugares remotos valoran más el agua, porque saben que tienen que caminar muchísimo para conseguir agua. Entonces, es así, la cuestión del padre me afectó mucho.
Yo vi el hip hop como mi padre. Me educó el hip hop. Cuando había reuniones en la escuela a que tenían que ir los padres, cuando tenía algún problema, algún pleito de niños, yo no tenía nada a que acudir, solamente al cuaderno y al radio a escuchar música. Me tranqué, me encerraba. Hubo una vez que me encerré por meses en mi habitación a escuchar solamente rap, estando muy joven.
Entonces, el rap sí me liberó en cuanto a eso porque quitó muchas frustraciones que quizás pudiera tener a lo largo de la vida. Me abrió esa puerta.
Y también esa canción que tú mencionas con Masta Ace es muy importante para mí porque Masta Ace es uno de mis MCs favoritos de todos los tiempos. Yo cuando escucho esa canción, yo no estoy escuchando la canción que está sonando, esa que grabamos, yo me estoy mirando a mí cuando tenía 13 o 15 años, cuando iba a una tienda que se llamaba Ritmo Manía, ya no existe, en Santiago, cuando iba a esa tienda a comprar los discos de Masta Ace. Yo me veo en esos tiempos y digo, nunca me imaginé tener una canción con Masta Ace. Es como un premio personal, como mi Grammy. Eso es lo que veo en esa canción.
Sí, el hip hop me liberó, me educó. De hecho, hay una frase que quizás poca gente la entienda, que dice “La escuela del micrófono de plata en francés”. La escuela del micrófono de plata es un disco de rap de Francia, L’École du micro d’argent [de IAM]. Es un álbum que salió en 1998, que todavía tengo el CD original, que nos gustó mucho a mí y a mis amigos. El sonido en sí de ese álbum, la mezcla, la masterización, es genial. Por eso, yo menciono “La escuela del micrófono de plata en francés”, conectando los idiomas, Masta Ace en inglés, yo aquí en español, el rap francés que también llegó. El rap me dio mucho fruto, me inspiró de muchísimas formas, más allá de los muros, más allá de las barreras, más allá de las fronteras.
Tanto en este disco como en los anteriores, como Júbilo, eso es algo que nos encanta, una educación personal, un desarrollo personal en muchos casos a través de la música, como dice un verso de “Música necesaria”: “Solo trato de educarte”. ¿Cómo tratas de educarte a ti mismo y a los demás a través de la música?
Música necesaria, con Tony Almont
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Sí, la frase, para completarla, es “No soy la oposición, solo trato de educarte”. Porque en República Dominicana, se suele decir que el rap que uno hace es la otra parte, que se hace también el rap de calle, reggaetón, música de baile, música del barrio.
Y no está mal. El punto es que no hay un balance y ahí es el problema. Me acuerdo de una entrevista que le hicieron a Brother Ali, que le preguntaron eso, sobre la música comercial, de qué pensaba. Él decía que era como la comida. No está mal si un día tú te comes un postre. Tú sabes hay mucho azúcar, es muy dulce, muchas calorías. Pero el problema es si tú solamente te comes eso siempre. Así decía él que es la música, que no está mal, pero lo único malo es si se están dando solo el postre.
Por eso yo digo “No soy la oposición, solo trato de educarte” porque tengo toda una carrera hablando de lo que es Quisqueya. Tú que has escuchado mis discos sabes, tengo varios álbumes hablando de una educación que no se ve allá, no se reparte. Hay una canción que llama “Dueño de pinceles” donde también digo eso.
Dueño de pinceles
“Dueño de pinceles” también dice: “Rubén me regaló la primera cinta de hip hop”. ¿Quién es Rubén y cuál fue esa “primera cinta de hip hop”?
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Sí, Rubén fue una persona importante, uno de mis mejores amigos. Hablamos todos los días. Es dominicano, pero también está viviendo en Nueva York. Él fue quien me regaló un casete, o una cinta, como decíamos en República Dominicana, con canciones de A Tribe Called Quest, de Wu-Tang, de Snoop, de EPMD, Nas, Mobb Deep, entre otros. Esa cinta era como oro para mí.
Eso fue lo que me inspiró en verdad a escribir y a hacer rap. Ya había escuchado rap a través de él, pero él me regaló esa cinta de cumpleaños y eso fue lo que me motivó. Por eso lo menciono en la canción. Es un tremendo amigo, una de los mejores personas que he conocido, un prop para Rubén porque sin él, no estuviera aquí.
Otro verso de “Dueño de pinceles” dice: “Pluma decidida, pero no para la tarea”.
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Exactamente, porque yo buscaba otro tipo de pedagogía, otro tipo de enseñanza. Entonces, con el rap busqué eso. Estaba escribiendo y escuchando canciones de acá, eso me exigió a leer, a investigar sobre ciertas cosas. Entré de lleno con la cuestión de Quisqueya, de dónde somos, de dónde salimos, por qué la Independencia, por qué los negros de República Dominicana no se comportan como en otros lados, por qué ese desprecio por el pelo rizo. Empecé a investigar y a preguntarme ciertas cosas. Llegó un punto que entendí que yo mismo me estaba educando.
Entonces, la música que hago es eso, una educación. Es como leer parte de la historia de nosotros y no solamente la de la República Dominicana porque, según lo que tengo entendido, muchas personas que se conectan con algún tema hablando de Mamá Tingó o de Juan Bosch, que he hecho antes, de otro lugar se conectan porque la historia latinoamericana es muy parecida. Entonces, es una educación que se puede generalizar, algo que se puede transmitir, porque mi historia es muy Quisqueya, pero entendí que también va más allá que Quisqueya.
Sí, es una educación definitivamente. La música a mí me educó y yo también estoy educando cuando hago música. Me acuerdo de una frase de Frank T, un rapero de España, de Madrid, que he hecho cosas con él, que dice: “Este es mi plan, seguir creciendo y haciendo hip hop, del mismo modo que hoy lo estoy haciendo, escribiendo ejercito mi cerebro y aprendo curiosamente de las cosas que yo mismo estoy diciendo” [de “La gran obra maestra”]. Así mismo es. Yo mismo me eduqué con el rap y entendí que también iba a servir a otras personas. Escuchar este tipo de rap es un aprendizaje.
Nosotros también nos educamos con tus canciones. Por ejemplo, cuando escuchamos por primera vez el tema “Sebastián Lemba” hace varios años, eso nos motivó a investigar e hicimos esa entrevista contigo, fue en ese entonces que empezamos a conectar varias cosas. A veces es una referencia muy breve, por ejemplo, en este disco, hablando de la historia latinoamericana, la mención de “María Cano contra la United Fruit” en “Más que un sacrificio”. Nos ponemos a investigar después de escuchar los temas y aprendemos muchas cosas.
Más que un sacrificio, con Lianna
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¿Sabes qué? Es triste también. Ahora que mencionas a María Cano. María Cano fue de Medellín. La referencia que los raperos y todo el mundo proyectan es la imagen de Pablo Escobar, todo eso. Pero existe una mujer como María Cano, pero nadie se encarga de mencionarla, de hacerle referencia. Está la historia allí, pero la gente no la ve.
Eso es lo que pienso, que mi música es eso. Desde niño me empecé a preguntar: ¿Por qué es esto así? ¿Por qué fulano se conoce, pero esto no se conoce? Entonces, para mí siempre hay una responsabilidad interior de mostrar la otra cara de la moneda en las cosas que estoy diciendo. Yo mismo me estoy educando cuando voy escribiendo, cuando estoy cantando. Eso nunca para. La educación nunca va a parar.
Y todas las personas tienen algo que aportar. Yo no me considero ni siquiera una persona intelectual. Muchas veces me quedo callado para escuchar lo que otro está diciendo porque todos tenemos algo que aportar. Es una necesidad interior. El ser humano pienso que debe ser así, estar preocupado por ese tipo de enseñanza, transmitir sus valores. El ser humano tiene que educarse a sí mismo y educar a los demás o tratar de enseñarle algo a los demás. Para mí el mundo sería más bonito si fuera así.
Preguntas de repaso
- ¿Cómo era la adolescencia de Hache ST?
- ¿Qué libertad le dio el hip hop?
- ¿Cómo llegó el hip hop “más allá de los muros”, tanto internos como físicos?
- ¿Qué empezó a investigar y a preguntarse Hache ST?
- ¿Cómo educa el hip hop al autor y también al oyente?
Entrevista a Hache ST sobre ‘Ingeniería inversa’
- Parte I: Ingeniería inversa, un homenaje al hip hop
- Parte II: ‘El hip hop me liberó, me educó’
- Parte III: ‘Rimo por mi madre, mi abuela, mi tía’
- Parte IV: La educación que puede superar el racismo
- Apéndice: Mixtape: Knowledge of self and others