Aprieta las ‘Manos panamericanos’, música sin fronteras
Golpe de garza
Entrevista a Joe de Larry & Joe sobre su disco Manos panamericanos, una celebración de la música sin fronteras que fusiona ritmos de todo el continente: desde el joropo del llano venezolano hasta el bluegrass de la sierra Blue Ridge, pasando por el tango argentino, el calipso y el merengue del Caribe, invitándonos a “compartir la alegría absoluta que sale del pluralismo”.
Esta entrevista será de gran valor para la sección “Descubriendo contextos” del Proyecto: 100te la música, basado en nuestra lista de los mejores discos de 2024.
Larry & Joe en línea: Bandcamp, Facebook, Spotify
Preguntas para guiar la lectura
- ¿Cómo ejemplifican la unión a través de una “música sin fronteras”?
- ¿A quiénes les rinde homenaje “Ya volveré a la sierra Blue Ridge”?
- ¿Cómo integran de manera creativa el inglés y el español en sus canciones?
- ¿Qué recuerdos familiares inspiraron “Adiós muchachos” y “Arpa banjo merengue”?
- ¿Cómo utilizan su música para transmitir optimismo y resistencia frente a los desafíos sociales y ambientales?
Entrevista a Larry & Joe
Como indica el título ‘Manos panamericanos’, en el disco fusionan de una manera increíblemente fluida muchas tradiciones musicales que abarcan las Américas. Para ustedes, ¿qué hace que el disco sea verdaderamente panamericano y por qué valoran el panamericanismo?
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A temprana edad, los dos nos enamoramos de la música folclórica de cuerdas de nuestras tierras. Larry es del oriente de Venezuela y desde chico se dedica al joropo. Yo soy de Carolina del Norte y desde chico me dedico al bluegrass. Hace casi una década ya que a Larry le tocó migrar a EE.UU. y acá en North Carolina se apasionó por nuestras tradiciones. Justo antes de la pandemia yo viví una década en Buenos Aires, Argentina, nutriéndome de una tremenda fuente de músicas latinoamericanas. Y ni bien volví a mi lugar de nacimiento, conocí a Larry y se abrió este camino.
De antemano, los dos nos identificábamos como folcloristas universales, creyentes en la música sin fronteras, pero a través de esta unión, nos hemos forjado como panamericanistas, canción por canción, nota por nota. Este disco es un testamento al valor del compartir, de gozar de todo lo que nos ofrece este hermoso quilombo de continente.
Ya volveré a la sierra Blue Ridge
Me quedaré – I’m goin’ to stay
“Ya volveré a la sierra Blue Ridge” tiene una conexión personal y emocional con la región donde viven. ¿Cómo refleja esta adaptación su amor por ambas culturas, la venezolana y la estadounidense? ¿Qué elementos de la música venezolana y del bluegrass sienten que capturan mejor esa conexión emocional?
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“Going Back to the Blue Ridge Mountains” es un clásico del bluegrass que nos arraiga en la hermosa sierra que parió dicha música. Larry terminó echando raíces acá y le encanta viajar por la sierra Blue Ridge, asistiendo a festivales de música tradicional. Cuando le mostré la versión original de esa canción, se súper emocionó hasta el punto de lágrimas. Por eso decidí transliterarla al castellano, para que la cantara él como homenaje a su nuevo hogar.
Larry decidió tocar primero el cuatro en la grabación, haciendo que ese instrumento emblemático del folclor venezolano sonara por primera vez en una canción de bluegrass. También tocó el baby bass (contrabajo eléctrico de salsa) y las maracas, brindándole todo el sazón caribeño que pudo. Yo canté el coro de la versión original en inglés, tipo en ronda con la transliteración y toqué el banjo y fiddle, más bluegrass imposible.
Nuestra rendición se convirtió en no solo un homenaje a la sierra Blue Ridge misma, sino también a la hermosa comunidad latinoamericana que viene echando raíces aquí para embellecerla más.
Silver Lining
No hay mal que por bien no venga
¡El bilingüismo del disco nos fascina, en particular, la elegancia con la que cambian de código! ¿Qué desafíos o descubrimientos tuvieron en el proceso de traducir e intercalar los idiomas en varias canciones del disco? ¿Hubo algún momento en el que las limitaciones del idioma los empujaron a ser más creativos con los arreglos o la letra?
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¡Muy buena pregunta! Muchas veces, tratando de traducir canciones, terminé transliterándolas. El desafío más inmediato es hacer que todo rime y simplemente traduciendo no siempre se puede. Cuándo compuse “Silver Lining”, por ejemplo, escribí los versos en inglés y quise traducirlos renglón por renglón al castellano, pero las traducciones se extendían mucho; no cabían en los cuatro compases que les correspondían.
Ahí se me ocurrió sintetizar todo lo que decía en inglés, pero en menos palabras en castellano, como una traducción reducida que trasmitiera al oyente hispanohablante monolingüe lo esencial de la letra. Fue una exploración de dio frutos, o sea, me gusta cómo quedó. Luego, traducir el título de la canción era difícil, porque, que yo sepa, el término silver lining no tiene traducción, ya que es una expresión idiomática.
Lo estuve craneando buen rato hasta que me acordé de un refrán que me enseñaron en España: “No hay mal que por bien no venga”. Y creo que pegué un salto cuando me di cuenta de que trasmite lo mismo. De hecho le agregué una especie de puente a la canción solo para que Larry cantara ese refrán.
La moraleja de la historia es que un proceso intelectual puede servir un fin artístico.
“Silver Lining” está llena de energía positiva y esperanza. ¿Intentan promover el optimismo, incluso en momentos difíciles, a través de su música? También, ¿cómo creen que el calipso resulta ser un vehículo efectivo para comunicar esta vibra?
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¡Claro que sí! Nosotros queremos compartir la alegría absoluta que sale del pluralismo, lo sabroso que es el panamericanismo. Nuestros shows deben ser medicina para el pueblo. A través de música, danza y cuentos, tratamos de ofrecerle algo sanador al mundo.
El calipso rebosa de positivismo, como los países caribeños donde se toca, donde conocen demasiado bien cuán destructiva puede ser la naturaleza. Su ritmo te dice que todo va a estar bien, pase lo que pase, y que la vida es para gozarla.
Adiós muchachos
Acuden a mi mente recuerdos de otros tiempos
“Adiós muchachos” y “Arpa Banjo Merengue”, por diferentes que sean musicalmente, parecen tener un hilo que los une. Un verso dice: “Acuden a mi mente recuerdos de otros tiempos, de los bellos momentos que antaño disfruté cerquita de mi madre”. ¿Qué conexión tienen estos temas con sus recuerdos de infancia y su familia?
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¡Otra gran pregunta! “Adiós muchachos” es la canción favorita de mi abuela Ruth. Cuando yo me hice amigos argentinos y empecé a aprender tango hace más de 20 años, se lo conté a mi abuela y muy entusiasmada me habló de cómo ella había aprendido a bailar un poco de tango en 1943 en North Carolina. No me lo podía creer y le pregunté cuál era su tango favorito. Me dijo al toque: “Adiós muchachos”. Le prometí que algún día se lo iba a grabar y con Larry lo hicimos. Para mí, es un homenaje a Argentina, donde viví una década, y también a mi mejor amiga, mi abuela Ruth que está por cumplir 100 años.
“Arpa banjo merengue” es nuestra rendición del clásico merengue dominicano el “Piano merengue” del gran Damirón. Entró en nuestro repertorio por parte de Larry. Cuando él iba con su mamá de chico a limpiar el piso de la casa de su abuela, su mami siempre ponía el disco de Damirón para ambientar. Y cuando la limpieza estaba casi completa, ella ponía el “Piano merengue”. Entonces lanzaba una toalla vieja al piso en la cual Larry se acostaba boca arriba como una cucaracha. Y al son del “Piano merengue”, se movía por toda la casa sacándole brillo al piso. ¡Era el pulidor humano! Como nosotros no tenemos piano, pues tuvimos que cambiarle el título un poquito.
El repertorio que eligimos para este disco tiene un gran significado personal para nosotros. Y nos encanta compartir estas anécdotas con el público desde la tarima.
Arpa banjo merengue
Tú tienes que bailar
La última pieza del disco aborda el tema de los desastres ambientales e incluye una crítica de la indiferencia capitalista frente a estos problemas. ¿Qué los motivó a hacer esta canción? Además, ¿creen que la música funciona como una forma de solidaridad y unión frente a las adversidades globales, como indica el verso “We’ll all go down together!”?
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Yo compuse esta canción estando de gira con Larry en California, donde vivenciamos unos incendios horrorosos, casi apocalípticos. Un día, caminando por un huerto de naranjas y limones, mirando el humo sobre el horizonte, se me vino a la cabeza la yuxtaposición de nosotros, el pueblo que está bien j#$%*o frente a cualquier desastre, y ellos, los mega ricos con sus fortunas e islas privadas.
Y ahí me c%&*é de la risa pensando en como lo único que nos queda es parrandear mientras se hunda el barco, mientras los ricachones se vayan al c#%*&o, sin sazón alguno pero ilesos. Entre mis carcajadas les dije, “¡Ciao! Que les vaya bien”. Y bailé rico rico ahí en el huerto entre los cítricos, con la noción de mis amigos, imaginándome esta canción. ¡La música se muere con nosotros, compañeros!
Runnin’ from the Weather
We’ll all go down together!